Svetlana
Kolchik, una atractiva joven rusa que este mes cumple 28 años, cree que
su tía siente lástima por ella, sobre todo por el tono de voz con el que
suele decirle: "Te deseo un buen marido. ¡Espero que aparezca pronto,
querida!".
"Incluso mi mamá, que es bastante liberal -dijo Svetlana a LA NACION-,
llegó a decirme: «Tenés que casarte pronto. Si no funciona, te podés
divorciar. Pero es muy importante que te cases»." Como ella, que vive en
Moscú, muchas personas en distintos rincones del mundo se sienten
discriminadas por no estar casadas. Sobre todo en Estados Unidos, donde
comenzaron a unirse para defender sus derechos.
En ese país, solos y solas se multiplicaron en las últimas tres décadas:
según datos del último censo, los solteros representan casi el 25% de la
población mayor de 15 años. Y si se tiene en cuenta a las demás personas
que no están casadas -separados, divorciados y viudos-, esa cifra trepa
al 48 por ciento.
Unas 8000 personas integran la agrupación Alternatives to Marriage
Project (´Proyecto de Alternativas al Matrimonio´,
www.unmarried.org ), que
recibe llamadas y mensajes de correo electrónico desde unos 50 países,
incluida la Argentina (ver aparte).
Esta organización fue fundada en 1998 por Dorian Solot y Marshall
Miller. Ambos, de 32 y 31 años, respectivamente, están en pareja desde
hace 12. No se casaron ni piensan hacerlo, aunque sufran las
consecuencias.
Ella aún no olvida el día en que el dueño de un departamento que querían
alquilar les dijo que eso sólo sería posible si demostraban que estaban
casados. Y aclara que ése es sólo uno de los obstáculos que muchos
solteros deben sortear en su país.
"Enfrentamos dos tipos de problemas -explicó Dorian a LA NACION desde
Albany-. Uno es social, porque no nos tratan como adultos. Y otro es
legal y financiero. En el seguro de salud, por ejemplo, no hay forma de
incluir a tu pareja si no estás casado. Y otros seguros pueden costar
hasta el doble."
También Thomas F. Coleman, fundador de Unmarried America (´América
Soltera´,
www.unmarriedamerica.org ), considera que en su país "la sociedad
favorece a las parejas casadas en muchos aspectos".
"Pagamos más por las pólizas de seguro -explicó a LA NACION-; recibimos
menos beneficios en el trabajo; salimos perdiendo en los planes de
jubilación y somos discriminados por los propietarios de viviendas."
Desde su fundación, en 1999, Unmarried America promovió desde California
la causa de sus miles de miembros, desarrollando argumentos legales y
políticos en favor de los solteros. "El conocimiento es poder", observó
Coleman. "Estamos informando a los que no están casados sobre temas que
los afectan como trabajadores, consumidores, contribuyentes y electores."
El lobby en Washington
De hecho, la importancia del tema hizo que el semanario BusinessWeek le
dedicara la tapa en octubre de 2003 y que el año pasado publicara una
nota sobre el alto costo de no casarse. Por su parte, The Wall Street
Journal se refirió al "lobby de los solteros" en Washington, y la
revista Forbes aseguró que "los propietarios solteros pagan más
impuestos".
También The New York Times se atrevió a meter el dedo en la llaga. En
una nota publicada el 15 de mayo último, con el provocador título de
"Los que no tienen hijos también necesitan fines de semana", una
columnista abordó ciertos casos hipotéticos.
"Sos un empleado soltero -comenzaba el artículo-, y la empresa en la que
trabajás valora mucho la familia. Varios colegas con hijos aprovechan la
flexibilidad de horarios para asistir a actos escolares. Vos sentís que
constantemente debés cubrir el trabajo ajeno porque no tenés compromisos
familiares que justifiquen tu salida a las 5 de la tarde. ¿Es esto parte
de tus obligaciones, o deberías protestar?"
Entre los consejos, se contaba el de un abogado de Houston, que advertía:
"Tu decisión de usar la política de flexibilidad horaria para ir a
clases de salsa debería tener el mismo valor que la de ir a buscar a los
chicos al colegio".
Los expertos en marketing tienen muy en cuenta este tema. La empresa De
Beers, principal productora de diamantes del mundo, lanzó el año pasado
un anillo para la mano derecha, con una invitación insólita: "Tu mano
izquierda dice «nosotros»; tu mano derecha dice «yo». Tu mano izquierda
mece la cuna; tu mano derecha gobierna el planeta. Mujeres del mundo, ¡levanten
la mano derecha!".
Jennifer Hoes parece haber interpretado el mensaje al pie de la letra.
Esta artista holandesa decidió casarse a los 30 años... con ella misma.
Y en mayo del año pasado ofreció en la ciudad de Haarlem una fiesta de
22.000 dólares para unos 80 invitados.
En mayo último, en Nueva York, unas 120 personas asistieron a la boda de
Kevin Nadal, un estudiante gay de 27 años, consigo mismo. "Fui a decenas
de bodas -dijo- y compré toneladas de regalos. Así que pensé: siempre
celebramos la vida de casados. ¿Por qué no la de solteros?" Precisamente
eso se proponen los quirkyalone (´solteros empedernidos´,
quirkyalone.net ). "Resistimos
la tiranía de las parejas -explica el grupo- porque preferimos estar
abiertos a las posibilidades que la vida tiene para ofrecer antes que
involucrarnos en una relación insatisfactoria."
"En América latina, sobre todo en México, existe el prejuicio de que si
no te casaste a cierta edad, es porque tenés algún problema", observó
por su parte Carolina Ortega, una mexicana de 31 años que dice que
prefiere estar mejor sola que mal acompañada.